En los países nórdicos no existe el concepto ‘la casa del pueblo’ como entendemos nosotros. Lo más parecido es ‘la casa de verano’ situada cerca de un pueblo o no, de la playa, del bosque o en mitad de la nada; de mayor o menor tamaño y con los años con más o menos lujos.
La versión más tradicional sería algo como esta casita sueca de 60 m² panelada en madera en el exterior y en el interior, con muebles reciclados o heredados, piezas sueltas de cerámica, textiles de algodón, ganchillo y chenillas en blanco, rayas y motivos florales. Casi siempre tienen un jardín con mobiliario de exterior para disfrutar de comidas al fresco y los largos atardeceres del norte. Son viviendas sin muchos lujos normalmente, pero llenas de encanto en las que la prioridad es la tranquilidad. ¿Qué pensáis, podemos traer algo de ese estilo a nuestras casas del pueblo? :) ¡Feliz martes!
Vía: Stadshem
4 Comments
Eva
26/08/2014 at 11:01Me ha encantado. Soy una de esas personas a las que le encanta el toque antiguo y vivido de las casas y los objetos que se pueden encontrar en ellas, pudiendo seguir sacándole partido con su mismo uso, otro distinto o simplemente de forma decorativa y mezclarlo con el diseño y la comodidad de lo actual. Me he sentido totalmente identificada con esta casa.
Meinhilde
26/08/2014 at 11:51That old stove is amazing!
ESTHER
26/08/2014 at 14:06Es preciosa . Me encanta la cocina de leña y los ventanales.
Casa de Locos y Low Cost
30/08/2014 at 20:25Ooooh! Una combinación estilos perfecta! Me ha encantado!