Cuando veáis este piso de 156 m² situado en el centro de Gotemburgo, Suecia os recordará a pisos similares del centro de Madrid o Barcelona.
Techos altos, rosetones y molduras en el techo, muchas divisiones (o al menos se intuye de que las ha habido) y recovecos, carpintería de madera en ventanales y paredes, suelos de parquet de madera maciza en espiga… podríamos decir que todos estos elementos son comunes en muchos edificios europeos del principios del siglo pasado y aun así, cómo ha cambiado la arquitectura y decoración urbana en cada país. Es una cosa curiosa de pensar ¿no os parece?
Este era seguramente un piso de familia pudiente, lo delata el cuarto para el servicio en una parte de la vivienda (en el plano la zona ‘jungfrukammere’ hasta el ‘balkong’). Divertido que no se haya reconvertido en otro tipo de habitaciones y se siga manteniendo casi como un miniapartamento diferente, probablemente la familia lo use para que una hija suya se sienta pueda hacer vida más independiente o como sitio de alojamiento para un becario, porque ese comedor con zona de trabajo parece casi, casi oficina con sala de reuniones. ¿Qué pensáis? es divertido imaginar cómo y quién vive en un lugar sin tener más datos ¿verdad?
Por mencionar algo de la decoración que nos encanta, a parte de esa mezcla clásica y moderna, es el uso de los marrones claros, los tostados y los cremas, colores complicados a veces, pero muy cálidos y acogedores. Si se utilizan tan bien como aquí en ese salón o en ese dormitorio son un éxito para decoraciones nórdicas de invierno. ¡Feliz miércoles!
Vía: Bjurfors
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