Hola, soy Abel de González, y este jueves volvemos a ir a un hotel, sí, otra vez. Pero es que no he podido resistirme a tal encanto y estoy seguro que no va a decepcionar. Se trata del hotel 25hours Hotel Indre By, en el corazón de Copenhague.
Lo primero que notamos al entrar es un ambiente totalmente inesperado, caprichoso y artístico que envuelve toda la estética interior del espacio. Y esto es lo que más llama la atención. Nos olvidamos del minimalismo austero que se suele asociar al diseño escandinavo, y entramos en un mundo lleno de color, textura y una narrativa visual perfecta.
Todo el hotel está diseñado con colores vibrantes, muebles vintage y detalles artísticos en suelos, paredes y más. Con impactantes esculturas, íntimos rincones crean una atmósfera acogedora, algo meditado, por supuesto, pero dentro de un marco divertido, arriesgado, pero también, de nuevo, calculado al milímetro.
Una vez dentro de las habitaciones vemos el mismo enfoque imaginativo en el diseño, elegancia y desenfado, con unos techos bien altos y amplios ventanales que inundan el espacio de luz natural, mientras que la combinación de colores, muebles vintage combinados con otros contemporáneos crea ese ambiente especial que destila el 25hours Hotel Indre By. Que lo disfrutéis.







Fotografía: Stephan Lemke
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