Esta cocina moderna nórdica con isla es pura inspiración. Completamente renovada en 2020, esta estancia es un ejemplo de cómo el diseño minimalista puede ser sinónimo de calidez y sofisticación.
Gracias a sus grandes ventanales orientados al sur, esta cocina se convierte en un oasis de claridad durante todo el día. La luz natural resalta la elegancia de los muebles hechos a medida por una prestigiosa marca danesa. Su sofisticado tono topo-gris (taupe) crea una armonía visual exquisita con las paredes blancas y el parquet de roble original conservado, un guiño al pasado que aporta calidez y autenticidad.
La isla central es también protagonista. No solo ofrece una superficie de trabajo adicional y espacio para comidas informales con sus taburetes de diseño, sino que también actúa como un elemento de conexión visual entre las diferentes áreas de la cocina, (fijaos que la campana extractora está integrada en la placa de inducción, un sueño :) )
La generosa altura del techo realza aún más la sensación de amplitud, creando un ambiente ligero y aireado. Cada detalle ha sido cuidadosamente pensado para maximizar la funcionalidad sin sacrificar la estética. Los electrodomésticos integrados, los armarios sin tiradores y la encimera despejada contribuyen a esa sensación de orden y serenidad tan característica del diseño nórdico.
Un detalle con encanto propio son los profundos y anchos alféizares de piedra de las ventanas. No solo añaden carácter arquitectónico, sino que también se convierten en repisas naturales perfectas para colocar plantas, objetos decorativos o incluso disfrutar de una taza de café mientras se contempla el exterior.
Esta cocina demuestra que el minimalismo no tiene por qué ser frío o impersonal. Al contrario, cuando se combina con materiales de calidad, una paleta de colores suaves y una buena dosis de luz natural, el resultado es un espacio funcional, elegante y, sobre todo, inspirador. ¿Qué os parece a vosotros? ¿Os gusta? ¡feliz lunes!





























Fotos propiedad Stadshem
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