A primera vista, un mix de texturas tan dispares, ladrillo visto, cemento pulido, mármol, baldosa y madera en la cocina puede sonar un poco caótico, ¿verdad? Pero cuando se hace con gusto y sabiendo lo que se hace, el resultado puede ser de lo más elegante y original. esta cocina es prueba de ello.
Si tuviéramos que deciros qué es lo que más me gusta de este espacio, no sabría por dónde empezar. ¿Será ese rincón de office o comedor tan acogedor, con su mesa de madera clara y esas sillas estilo Thonet en blanco que siempre son un acierto? ¿O quizás la encimera de mármol blanco que contrasta de maravilla con el azul intenso de los muebles, dándole un toque sofisticado? Y no podemos olvidarnos de esos detalles en bronce, como el grifo y la regadera, que aportan un brillo cálido y especial.
Pero si hay algo que nos ha enamorado por completo es esa despensa con paredes de ladrillo visto. Tiene un aire industrial insesperado muy bonito. Y ese módulo esquinero de estanterías hechas con tubos de cobre es una idea súper original y práctica. Se nota que aquí se ha cuidado cada detalle para crear un ambiente único y con mucha personalidad. Y todo ello con un mobiliario de líneas escandinavas que encaja a la perfección.
Lo mejor de todo es que este pequeño piso de tan solo 57 m² tiene muchísimos elementos que destacar. Aunque normalmente el salón o el dormitorio suelen ser los protagonistas, en este caso la cocina y el baño se llevan toda la atención. ¿Habéis visto ese suelo de estilo marroquí en el baño? ¿Y esos lavabos de porcelana sobre la encimera le dan un toque muy actual?
Esta cocina es un claro ejemplo de cómo se pueden combinar diferentes revestimientos y materiales para crear un espacio con mucho carácter y estilo. No tengáis miedo de experimentar y de mezclar texturas, el resultado puede ser espectacular.
Este post fue publicado por primera vez en delikatissen en mayo de 2016 y revisitado hoy, ¡feliz miércoles!
























Fotos propiedad Alvhem
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