En una parcela soleada en Furuskog / Partille, a las afueras de la ciudad sueca de Gotemburgo se encuentra esta encantadora villa de los años 20 con cinco habitaciones y una cocina repartidas en 101 m².
En la reforma todas las superficies han sido cuidadosamente renovadas y se han conservado y recreado varios detalles originales, como panelados, molduras, vigas en el techo, la escalera o los preciosos e idílicos papeles de pared en varias zonas de la casa.
Nos encanta esa cocina de color topo, tan luminosa y semi abierta al salón. Las joyas de la casa seguramente las terrazas en verano y esa buhardilla acondicionada como un dormitorio. ¿Qué habitación os gusta más? ¡Feliz martes!
Vía: Alvhem
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